COME LO QUE SE TE SIRVE
Tal vez esta historia ilustre lo que te estoy diciendo. Estaba enseñando en una conferencia de liderazgo recientemente, y uno de nuestros directores de nuestro centro Bíblico estaba conmigo. Yo estaba enseñando sobre liderazgo e identificación cultural cuando Lionel Betts, Director del Centro de Entrenamiento Bíblico Freetown, Freetown, Sierra Leona, África Occidental, preguntó si podia hacer un comentario. Él dijo, "Me gustaría compartir con Uds. Lo que mas me impresionó acerca del hermano Russ Tatro, el misionero en África Occidental. Yo les voy acontar lo que hizo que me enganchara con él."Yo pensé, ¡Gloria a Dios! Él va a decir que yo estaba predicando como Kenneth Copeland o algo parecido." Lionel continuó, "Una vez cuando yo estaba muy enfermo, el hermano Russ consiguió mi casa por su propia iniciativa y vino a verme y a orar por mí.
Tal vez esta historia ilustre lo que te estoy diciendo. Estaba enseñando en una conferencia de liderazgo recientemente, y uno de nuestros directores de nuestro centro Bíblico estaba conmigo. Yo estaba enseñando sobre liderazgo e identificación cultural cuando Lionel Betts, Director del Centro de Entrenamiento Bíblico Freetown, Freetown, Sierra Leona, África Occidental, preguntó si podia hacer un comentario. Él dijo, "Me gustaría compartir con Uds. Lo que mas me impresionó acerca del hermano Russ Tatro, el misionero en África Occidental. Yo les voy acontar lo que hizo que me enganchara con él."Yo pensé, ¡Gloria a Dios! Él va a decir que yo estaba predicando como Kenneth Copeland o algo parecido." Lionel continuó, "Una vez cuando yo estaba muy enfermo, el hermano Russ consiguió mi casa por su propia iniciativa y vino a verme y a orar por mí.
Eso me impresionó." Yo pensaba que iba a hablar acerca de todas las Biblias y materiales que había traído o acerca de los centros Bíblicos y cuan grandes eran. Cuan equivocado estaba. Lionel Betts también dijo, "Lo segundo que mas me impresionó ocurrió cuando estábamos haciendo un viaje juntos al interior del país. Quedaba como a cinco horas de camino en carro. Después de dos o tres horas nos paramos para caminar un poco y buscar algo para comer y beber, el hermano Russ dijo, "Lionel, ven. Vamos a buscar algo de fry--‐fry (nombre de comida local) para comer." Déjenme parar un minuto para explicarles lo que es el fry--‐fry. Las niñas lo cocinan en la calle. Es un caldo con algún tipo de aceite en e,l junto con pescado o cabezas de pescado y otras cosas flotando en el. Es una sopa. Luego tú tomas un pedazo de pan y lo abres. Pones algo de la salsa junto con algunos contenidos de la sopa, y lo comes como un sánduche. Lionel le contó a la congregación de ese evento diciendo, "En Sierra Leona, yo nunca como este tipo de comida. Tuve que usar toda la fe que tenía para no vomitar.
Yo me dije a mi mismo, ¡Mi Dios! Si este Hombre ama tanto a nuestra gente que viene y come nuestra comida con la gente común en las calles, allí está alguien que está siguiendo los pasos de Jesús. Este es alguien a quien quiero seguir." No era mi habilidad de predicar. No era mi habilidad de enseñar. No eran nuestros recursos. Era el hecho de que cuando él estuvo enfermo yo salí a buscarlo para orar por él. Segundo, era el hecho de que yo estaba dispuesto a identificarme culturalmente con las personas. Estas dos cosas hicieron que él decidiera unirse al ministerio.
Un amigo misionero vino un día de un viaje a la India recientemente. El tenía guías e interpretes que lo llevaron a la aldea y lo presentaron a las personas allí. Lo llevaron a una choza con algunas personas sentadas allí. Era la hora de la comida. Lo sentaron y le dieron una hoja de plátano con algo para comer y se sentaron delante de él. No hablaron mucho. Al final de la comida se fueron. Esa noche en el servicio, muchas personas de esa aldea fueron. Más de veinte personas que nacieron de Nuevo eran de esa aldea en particular. Él después se enterró de que aquellos que había conocido en la villa estaban tan impresionados de que un hombre blanco viniera se Sentara con ellos y comiera de la hoja de plátano (algo que muchos otros evitaban). Ellos decían, "Si este hombre nos ama tanto que está dispuesto a humillarse a si mismo, lo menos que podemos hacer es ir y hablar con él esta noche." El ni siquiera les predicó en la aldea. Sólo les demostró algo allí. Ellos vinieron al servicio, escucharon el mensaje y Nacieron de Nuevo.
La identificación cultural es muy importante. ¿Cómo te puedes identificar culturalmente sino conoces el idioma? Por ejemplo, ¿Qué pensarías de alguien que viviera veinte cuatro años en los Estados Unidos y no hablara inglés? ¿Si todavía tuviera interpretes? Probablemente pensarías que debería regresarse a su propio país. ¿Verdad? Eso es lo que la gente pensaría de los misioneros Americanos que van y hacen la misma cosa. Están allí por años, pero todavía no hablan el idioma. "Deberían regresarse a América" es la respuesta que vas a recibir. Si Dios te ha llamado, mejor — espíritu, alma, y cuerpo.
Yo estaba en Guatemala y estaba hacienda lo que se me había dicho. Estaba comiendo en el campo de la misión. Estaba evitando la comida en la calle porque me habían dicho que no era limpia. Yo estaba conduciendo en vehículos de la mision y la mayoría del tiempo la pasaba con misioneros. Un día, mientras estaba orando el Espíritu Santo me confronto y me dijo, "¿Por cuanto tiempo vas a aislar tu estómago de esta cultura? Vi lo que Él estaba diciendo. Estaba comiendo en un ambiente protegido. Así, que cambié mi actitud. No, yo no como cucarachas. No tienes que ser ridículo. Sin embargo, yo no tengo miedo a comer la comida (bien sea en África o en cualquier otro lugar). Mi cuerpo ha hecho los ajustes suficientes porque yo me propuse en mi corazón comer comida Liberiana o de Sierra Leona y ser participle de su ambiente.
Yo me he envenado por comida dos veces en mi vida. ¿Te has envenenado tú alguna vez? Tú sientes que te vas a morir, y deseas estar muerto. Es así de horrible. ¿Sabes donde fue? Una vez en Minnesota y otra vez en Oklahoma. Nunca me pasó en África. ¡La identificación cultural es importante! Es igual bien sea que estés trabajando en la ciudad de Los Ángeles o Cleveland, en el interior de Minnesota, en China, o en India. Tú necesitas aprender el lenguaje. Tú tienes que identificarte con la cultura en particular en la que estás trabajando. Por último, hay un precio que debe pagarse con el fin de llevarte a ese lugar. Pero debes recordar que no serás efectivo a menos que pagues el precio.
Colonización y el Precio del Aislamiento
No permitas quedar atrapado en la colonización. Toma algunos años de vivir fuera de Norteamérica antes de que comiences a darte cuenta de lo que es el resto del mundo. ¡Nuestro Dios no s un Dios Americano! ¡No! Él ama a América, pero Él ama al resto de las personas de la misma manera. Tienes que tener cuidado cuando vas a una cultura de no cargar un prejuicio cultural, un orgullo cultural basado en lo que tu consideras importante en la vida (educación, finanzas e influencia para nombrar algunas). Esas no son necesariamente las cosas más importantes en el Reino de Dios. Puedes ver esto con facilidad al ver como Jesús escogió Sus propios discípulos. ¿Sólo escogió discípulos educados y ricos? ¡No!
Puedes ir a un lugar y ofender a las personas a las que has sido llamado. Terminarás separándote de ellos. Las personas a las que estás tratando de alcanzar se van a separar de ti. Déjame darte un ejemplo. En la mayoría de las naciones del tercer mundo puedes tener un centro Bíblico o una iglesia con 20–50 personas sin mucho esfuerzo. Si esto es verdad, ¿Por qué te puedo hablar de centros Bíblicos tras centros Bíblicos con solo 12 estudiantes, 18 estudiantes, 25 estudiantes? ¿Qué ha pasado? Estos hombres y mujeres que están liderizando estos ministerios están separados de la cultura, y ni siquiera se dan cuenta. Nosotros en el Cuerpo de Cristo le hacemos esto a otros grupos como los Mormones y los Testigos de Jehová. Les decimos a otros que se alejen de ellos. Los aislamos: los arrancamos. Si no eres sensitivo a las personas y a su cultura. Te vas a destruir espiritualmente. Te vas a disparar en el pie; vas a hacer volar tu propio ministerio. He visto eso pasar con misionero tras misionero.