MISIONesRED

DISCIPULANDO LAS NACIONES:
SE DEBE BASAR EN LA PALABRA

"Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, antes de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme á todo lo que en él está escrito: porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien." (Jos 1:8)



El discipulado no puede hacerse sin la Palabra como centro। Es la Palabra de Dios la que trae la luz. Cuando la Palabra está viva en ti y cuando tu la sueltas con fuego y convicción y con poder y autoridad, impactará las vidas de las personas. Ellos entonces pueden salir con el mismo poder, fuego y autoridad en sus vidas, alcanzando a otros con el Evangelio.



No son los edificios, el equipo de sonido, los generadores ni los ventiladores Es la Palabra de Dios la que causa que suceda, y allí es donde tu victoria viene। Tienes que avivarla en ti.



No puedes dar lo que tú no tienes.
Tienes que seguir empujando। Tienes que excavar y sacarlo. Tienes que tener la Palabra viva en ti. Voy a decir algo franco que muchos amigos misioneros míos no les gusta, pero es verdad. Si no hay avivamiento en la iglesia, es porque no hay avivamiento en el pastor.



Si no hay avivamiento en los bancos es porque no hay avivamiento en el púlpito। Si hay fuego en el pulpito habrá fuego en los bancos. Si hay compromiso en el pulpito, habrá compromiso en los bancos. Si hay evangelismo en el púlpito habrá evangelismo en los bancos.



La gente responde al púlpito. Todos nosotros no nos gusta mirarnos en el espejo del que habla Santiago, pero es verdad.

Mira tu corazón, No les vas a dar a la gente tu religión। No les vas a dar a la gente tus edificios। Tú les vas a dar la Palabra de Dios que te cambió para poder cambiarlos. Si tú eres exitoso en cambiarlos, impactará la nación, Garantizado.

Sin embargo, debe ser más que un libro para ti. Tiene que serlo. Tienes que ser revelación en tu propia vida. Tu tienes que estar declarando la Palabra en cualquier área en la que estés. Mantén eso caliente en el reino del espíritu. Déjame darte una pequeña fórmula que construimos:



1) Estudia tu muchísimo,
2) piensa claro de ti, y
3) ora tu mismo hasta que estés rojo.

Si sigues esto. Tendrás impacto desde el púlpito que a su vez impactará la nación.

La Palabra cambia a las personas. Mantente en la Palabra. Mantente enganchado a ella. Mantenla viva en ti. Esto te “harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (v.8).