En 1987, varios de mis amigos estaban en situaciones críticas. Un hombre tenía cáncer terminal. Durante un viaje, se puso tan enfermo que tuvo que ser hospitalizado y los médicos dijeron que no viviria mas despues de esa noche. Después de ser tratado durante una semana, los médicos le permitieron alquilar una ambulancia y volver a casa.
Su esposa me llamó y me dijo: "Él no espera que viva a través de la noche, y él quería que orara por el". Colge el teléfono a la oreja, y le dije: "No te atrevas a morir hasta que yo llegue." Fui a ver a este hombre, junto con mi colega Don Krow. Empezamos a ministrarle a él casi todos los días durante unos tres meses. Nos volvimos luego de ir a simplemente compartir las buenas nuevas de la Palabra de Dios con él.
Fue increíble lo que la Palabra hizo. La primera vez que lo vi, no podía moverse, ni sostener el teléfono a la oreja. Finalmente, comenzó a caminar alrededor, comer, e incluso conducir el automóvil. La Palabra de Dios funcionó. Todo lo que hice fue compartir principios básicos de la Palabra con él.
Durante este mismo período de tiempo, una mujer en Monument, Colorado llamo. Ella estaba gravemente enferma y tenía que someterse a una operación en tres días. No se le dio ninguna oportunidad de vivir sin cirugía y una probabilidad de menos del 5 por ciento de los que viven con ella.. Le compartimos las mismas verdades a ella y ella vivío. ¡Alabado sea el Señor!
Allí estaban dos personas totalmente diferentes. El hombre, que ya ha sido bautizado en el Espíritu Santo, buscando al Señor con fervor, mientras que el otro nunca había oído hablar del Espíritu Santo. Dos personas totalmente diferentes, con circunstancias totalmente diferentes, pero ambos necesitan las mismas verdades de la Palabra de Dios. Yo había tomado muchas cosas diferentes que el Señor me había enseñado y aplicado a todas a estas situaciones de crisis, y los resultados fueron milagrosos.
Comencé a orar acerca de esto: "Señor, seguro que sería bueno que todas estas verdades fueron reunidas en un solo lugar en la Biblia. Entonces yo podría enseñar a la gente de esas Escrituras acerca de qué hacer en una situación de crisis". El Señor contestó la oración por que me lleva a Juan 14, 15 y 16.
Lo que estás leyendo es el resultado de lo que el Señor me ha enseñado a través de esas escrituras. Que Dios los bendiga en su lectura.
Andrew Wommack
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