CORRIENDO PARA GANAR
(Tomado de TM)
Lee 1 Corintios 9:22-27
El apóstol Pablo, después de considerar los problemas específicos que habían aparecido en la iglesia de Corinto, da ejemplos de situaciones reales para referirse a los apóstoles que aunque tenían “derechos” y libertades, no insistieron en ellos, al contrario se acomodaron a las costumbres de las gentes para ganarlos al evangelio.
¿Has sacrificado alguna comodidad por evangelizar a alguien?
Pablo también utilizó la metáfora de “correr una carrera” como ilustración para describir la vida cristiana. En 1 Corintios 9:24, no sólo nos desafía a correr, sino a hacerlo como para ganar. Veamos:
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”. Es decir que si corremos la vida cristiana no debemos conformarnos con saber que somos salvos, sino que debemos tener un estilo de vida agradable en todas las áreas, con excelencia.
¿Con qué actividad compara la vida cristiana?, ¿Nos debemos conformar sólo con correr la carrera?
9:25 “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” (que no se corrompe).
“En la antigüedad, en los juegos olímpicos griegos, los que tomaban parte en las competencias estaban bajo reglas muy rígidas, que principiaban con una dieta prescrita para sus comidas. En los hogares y antes del evento eran supervisados, ejercitaban sus cuerpos y durante los eventos debían obedecer las reglas”. (Usos y costumbres de las tierras bíblicas pág. 326)
¿De cuántas cosas te has abstenido en tu vida cristiana?
¿Qué te promete Dios al final de la lucha?
1ª de Pedro 5:4: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
Una lucha legítima: 2 de Timoteo 2:5 “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente”.
El Señor nos da por gracia la salvación, y nosotros, como agradecimiento, debemos defender el evangelio, predicarlo con fervor y seguirle fiel hasta la muerte, también lo ilustra en el capitulo 2:6 “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.
Dios verá nuestra labor y nos dará la recompensa.
¿Cómo debemos luchar para ser coronados?
En el versículo 26 Pablo nos dice: “Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire”
Pablo nos anima a seguir con seguridad y fe en la salvación, los que viven lejos de Dios desconocen su futuro y temen, ¿Cómo compara Pablo esta incertidumbre?
En el versículo 27: “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo (persona que lleva el mensaje) para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
Es triste ver cuando alguien, después de ver tan cerca su salvación y a pesar del gran premio incorruptible, da un paso atrás y decide alejarse del camino, la verdad y la vida.
¿Alguna vez has sentido que quieres dejar ese camino de vida?
Jesús te dice: en Apocalipsis 3:11: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”.
El señor Jesús recibió un dolor inmenso y una corona dolorosa de espinas que nosotros merecíamos.
Juan 19:2: “Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura”; este dolor lo sufrió para que tú recibieras la salvación, la vida eterna y la corona incorruptible. No tomemos en vano una salvación y un amor tan grande.
Reflexiona
¿Cómo debes corresponder ante el sacrificio de Jesús?
¿Cómo estas corriendo la carrera de la vida cristiana?
¿Eres heraldo para los demás, en su carrera cristiana?
¿En que áreas de tu vida debes ser excelente para alcanzar el premio y no sólo conformarte con correr?
Oremos
Para correr la carrera con excelencia, poniendo los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe.
(Tomado de TM)
Lee 1 Corintios 9:22-27
El apóstol Pablo, después de considerar los problemas específicos que habían aparecido en la iglesia de Corinto, da ejemplos de situaciones reales para referirse a los apóstoles que aunque tenían “derechos” y libertades, no insistieron en ellos, al contrario se acomodaron a las costumbres de las gentes para ganarlos al evangelio.
¿Has sacrificado alguna comodidad por evangelizar a alguien?
Pablo también utilizó la metáfora de “correr una carrera” como ilustración para describir la vida cristiana. En 1 Corintios 9:24, no sólo nos desafía a correr, sino a hacerlo como para ganar. Veamos:
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis”. Es decir que si corremos la vida cristiana no debemos conformarnos con saber que somos salvos, sino que debemos tener un estilo de vida agradable en todas las áreas, con excelencia.
¿Con qué actividad compara la vida cristiana?, ¿Nos debemos conformar sólo con correr la carrera?
9:25 “Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” (que no se corrompe).
“En la antigüedad, en los juegos olímpicos griegos, los que tomaban parte en las competencias estaban bajo reglas muy rígidas, que principiaban con una dieta prescrita para sus comidas. En los hogares y antes del evento eran supervisados, ejercitaban sus cuerpos y durante los eventos debían obedecer las reglas”. (Usos y costumbres de las tierras bíblicas pág. 326)
¿De cuántas cosas te has abstenido en tu vida cristiana?
¿Qué te promete Dios al final de la lucha?
1ª de Pedro 5:4: “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
Una lucha legítima: 2 de Timoteo 2:5 “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente”.
El Señor nos da por gracia la salvación, y nosotros, como agradecimiento, debemos defender el evangelio, predicarlo con fervor y seguirle fiel hasta la muerte, también lo ilustra en el capitulo 2:6 “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.
Dios verá nuestra labor y nos dará la recompensa.
¿Cómo debemos luchar para ser coronados?
En el versículo 26 Pablo nos dice: “Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire”
Pablo nos anima a seguir con seguridad y fe en la salvación, los que viven lejos de Dios desconocen su futuro y temen, ¿Cómo compara Pablo esta incertidumbre?
En el versículo 27: “sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo (persona que lleva el mensaje) para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.
Es triste ver cuando alguien, después de ver tan cerca su salvación y a pesar del gran premio incorruptible, da un paso atrás y decide alejarse del camino, la verdad y la vida.
¿Alguna vez has sentido que quieres dejar ese camino de vida?
Jesús te dice: en Apocalipsis 3:11: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”.
El señor Jesús recibió un dolor inmenso y una corona dolorosa de espinas que nosotros merecíamos.
Juan 19:2: “Y los soldados entretejieron una corona de espinas, y la pusieron sobre su cabeza, y le vistieron con un manto de púrpura”; este dolor lo sufrió para que tú recibieras la salvación, la vida eterna y la corona incorruptible. No tomemos en vano una salvación y un amor tan grande.
Reflexiona
¿Cómo debes corresponder ante el sacrificio de Jesús?
¿Cómo estas corriendo la carrera de la vida cristiana?
¿Eres heraldo para los demás, en su carrera cristiana?
¿En que áreas de tu vida debes ser excelente para alcanzar el premio y no sólo conformarte con correr?
Oremos
Para correr la carrera con excelencia, poniendo los ojos en Jesús, autor y consumador de nuestra fe.