Discipular descansa sobre inverter de ti en los otros. Como discutimos antes, Jesús es nuestro mayor ejemplo a seguir. Él se vertió a Si Mismo en Sus discípulos. Y aún así, perdió a uno de los doce. Tienes que tener herramientas, tienes que tener la Palabra, tienes que tener gracia colocada en ti.
Nuestro trabajo es equipar a otros. No puedes hacer eso si no tienes nada para dar. ¿Eso significa que no puedes disciplinar a otros, hasta qué? Hasta que tú mismo seas un discípulo, uno que está disciplinado. Por ejemplo, yo era un atleta, un entrenador y un maestro. También estudie gerencia y administración.
Mi trabajo era ser alguien que equipara, entrenara. Yo aprendí cosas de estas experiencias naturales que desarrollaron habilidades en mi, habilidades que el Señor ha usado para Su Reino y para Su gloria.
Mi trabajo como entrenador descansaba sobre mi habilidad de hallar gente junta, hacerlas que trabajaran como un equipo, en unidad. El Señor va a usar tus antecedentes. Él va a usar el entrenamiento que te ha dado. Antes de que puedas enseñar a otros, tú mismo tienes que tener conocimiento en esa área: no puedes dar lo que no tienes, Por lo tanto, debes estar preparado, no puedes dar lo que no tienes.
Tienes Que Estar Preparado
1) Tienes que tener la Palabra
2) Tienes que tener las herramientas.
3) Tienes que tener cosas (gracia) colocada en ti.
Tienes que Ser Disciplinado
- Tienes que tener la actitud y los objetivos de Dios.
Sin importer el tipo de trabajo misionero al que has sido llamado, los lineamientos para el éxito son los mismos. Si tu no mantienes los objetivos del Señor (Gran Comisión) cerca de tu corazón, tendrás dificultades. No importa si estás trabajando con los niños, llevando un hospital, haciendo cruzadas evangelisticas, o abriendo Centros de Entrenamiento Bíblicos. El criterio de éxito nunca cambia. Constantemente recuérdate eso.
-Tu mismo debes modelar el estilo de vida apropiado y la conducta a aquellos a los que estás discipulando.
Tú perderás tu efectividad sino vives bajo los estándares que tú predicas y enseñas. Tú debes vivir una vida discipulada. Que no te encuentren diciendo “hagan lo que digo, y no lo que yo hago”.
kebit
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